TOMAR UN CAMINO

Hay momentos de la vida donde debemos tomar decisiones sabias. Lo hacen algunos animales cuando no pueden estar en determinado lugar. Incluso sus crías, cuando al alcanzado cierta edad, les toca tomar su camino. 

Nosotros los humanos pensantes también debemos decidir si quedar en un lugar o no. Esto es aplicable al campo emocional, laboral, familiar, amistoso, vecinal, etc.

Cuando cojemos o tomamos una nueva carretera debemos entender que ese camino no será fácil, pues no lo conocemos, es nuevo para nosotros. Al fin y al cabo sentiremos, en ciertos momentos, miedo, temor, preocupación, incertidumbre, etc. Pero al ir avanzando nos daremos cuenta si fue la mejor decisión o no.