#ContenidoPropioyOriginal #GatoAventura #RelatodeFicciónParaGatos #DiosaBastet #Waldo #Mushu #BigVERSO De paseo a la granja Gelatina se levanto de malas pulgas, enojada porque Mushu no hizo lo que esperaba, aunque el gato se excuso, explicándole que luego de dormir a Marina, regreso y la encontro dormida, por mas que le mordió las orejas y le jalo la cola ella simplemente no reaccionaba, Gelatina tuvo que admitir que el trajín del día anterior la agoto, sumado a las casi 2 semanas en las que por culpa de la pesadilla repetitiva en la cual ya no sabía quien era el ladrón de sus sueños, «el gordo Joe» o los pollos y su interminable cacareo -clo, clo, clo!!!-. Marina preparaba una cesta con comida como si fuera de picnic, Gelatina, Waldo y Mushu se adelantaron para esperarla en el auto. Unos minutos después salieron rumbo a la granja, Marina colocaba en el reproductor la canción -MI GATO de Rosario Flores-, y partieron cantando la canción, entre Marina, los maullidos de Mushu, y los ladridos de Waldo, Gelatina iba mas concentrada, ubicándose, los gatos saben bien donde están parados, reconoció algunos edificios, unas calles, su propiedad y la de Mushu estaban en la misma ciudad, de eso estaba segura, solo que bastante alejadas, era bueno saberlo por si solo podía usar el pasaje submarino que descubrió Waldo estando con el. Ya saliendo de la ciudad Gelatina pensó que el viaje seria cansado y largo, pero en menos de una hora Marina reducía la velocidad, doblaba entrando por un camino de tierra y cruzaban el portal del «Parque La Granja». La humana de Mushu estaciono el auto al lado de otros tantos, habían muchos humanos, pero Gelatina pudo reconocer un granero parecido al de su sueño, mas allá habia una casa también parecida, habían llegado!!!, fue demasiado fácil, ahora había que buscar a «el gordo Joe» y sacarlo de allí, Marina se dirigió hasta de bajo de un árbol cercano, para poner una manta y su cesta de comida, Mushu le pidió amablemente al cachorro, que se quedara con ella cuidándola, no se la fueran a robar!!!, a Gelatina no terminaba de gustarle los extremos cuidados de Mushu con su humana, pero igual solo ella y el gato conocían a «el gordo Joe», mejor que el cachorro descansara. ¿ Que tan difícil seria encontrar a el gordo en la granja ?, ambos gatos se separaron, a Gelatina no le gusto ver tanto humano suelto, habían muchos, ¿ y donde están los pollos ?, tampoco ni rastros de ellos, entonces vio al granjero de la humana del gordo, botas, jeans, sombrero de paja y usaba una de esas horripilantes camisas de cuadros rojos, pero que!!!, mas allá, habia, otro, y otro por allá, y algunas mujeres también iban vestidas igual, todos uniformados, de pronto la Diosa pudo oírlos -clo, clo, clo!!!- era apenas un zumbido, comenzó a seguir el sonido y llego hasta donde provenía, allí estaba ya Mushu viendo a los pollos de esta granja, estaban encerrados en una jaula y no eran mas que un puñado de ellos, Gelatina estaba furiosa!!!. Mushu se disculpo con la Diosa, Marina aunque si entendió su petición, los trajo a otra granja, un parque temático cerca de la ciudad y no a la granja donde habitaba Karla y «el gordo Joe», Gelatina no estaba enojada con Mushu si no con ella misma, si no hubiera perdido la carta con los símbolos egipcios, se podría transformar y pedirle ella misma a Marina que la llevase!!!, vaya ya se refería a la humana de Mushu por su nombre, estaba cansada la Diosa, regresaron debajo del árbol donde los aguardaba el cachorro y Marina. Mientras comían, Mushu la convenció que de regreso a la casa, trataría nuevamente hacerse entender por Marina, que mañana sin duda los llevaría a la granja correcta. El día transcurrió, la tarde fue cayendo, Marina se quedo dormida leyendo un libro sobre gatos, Gelatina pestañeo unos minutos, segura que «el gordo Joe» y los malditos pollos la volverían a despertar cuando las cosas se pusieran interesantes con el gatote de sus sueños, Mushu por su parte vigilaba el sueño tanto de la Diosa como de Marina, Waldo relevado de sus obligaciones, salió a olfatear por aquella granja, estaba buscando un rastro, y luego de un rato lo hallo!!!,- meeoooW!!!-, una vez mas Gelatina despertaba como una loca, en medio de un ataque no de pánico si no de rabia por la insolencia de los ya súper molestos pollos y su -clo,clo,clo!!!, Waldo la llamaba no muy lejos de allí. - Woof, woof, woof !!!-, Gelatina se reincorporo segura de que había dado con algo, comenzó a andar en dirección de los ladridos del cachorro, mientras Mushu se quedaba atrás dubitativo entre seguirla o quedarse con Marina. - ¿ Vienes o que Mushu, esta aventura apenas comienza ?- le maullo la Diosa. El gato le dio un vistazo a su humana una vez mas y se fue detrás de Gelatina, el intrépido cachorro apenas vio que los dos gatos venían tras el se adentro en el monte siguiendo con su súper olfato el rastro que habia hallado, Gelatina y Mushu mucho mas rápidos fácilmente le dieron alcance, llegaron hasta un pequeño cauce, un riachuelo de agua cristalina, no muy profundo ni ancho, los tres siguieron el cauce hasta una pequeña caída de agua de poco mas de 1 metro hasta abajo, donde un poza no muy grande agua cristalina se veía mucho mas profunda. Gelatina vio al cachorro y se enorgulleció que Waldo desde que estaba con ella ahora era mucho mejor rastreador, de alguna forma el cachorro asimilo algo de sus poderes, la gata ya sabía lo que venia a continuación. - Woof, woof !!!- Salto de primero Waldo al vacio. - ¿ Listo para un chapuzón Mushu ? -, el gato no espero a que la Diosa saltara y se aventó al agua primero. Ella fue detrás, cuando cayó al agua, vio las patas del gato y nado tratando de alcanzarlo, luego de unos cuantos pataleos, otra vez giro el mundo y ya no estaban bajando sino subiendo, al salir a la superficie, Waldo ya estaba sacudiéndose el agua en la orilla, Mushu la esperaba para nadar juntos hasta el, estaba comenzando a oscurecer, esta vez Gelatina no paso la pena de estar toda remojada frente a Mushu, puesto que el gatote y su melena estaba tan o mas empapados que ella, Waldo trataba de olfatear la granja, Mushu se ofreció a subir a el árbol mas alto para hacer una reconocimiento, pero no hizo falta, ellos no podían oírlos, pero ella si, - clo, clo, clo!!!- el cacareo de los pollos le llegaba desde lejos, y esta vez no estaba dormida, Gelatina tomo el liderato, seguida por el cachorro y el gato. Continuara....
コメント
0